De alguna forma acordamos que sería yo quien
escribiría la primera entrada. No hay nada especial en ello. Como no nos
conocemos, fue más una cuestión de suerte que de mérito: cuatro desconocidos se
encuentran en internet; resulta que les gusta el anime; deciden
publicar juntos un blog. ¿Por qué no?
El nombre, Gravity, está inspirado en una
entrevista a Satoshi Kon que alguna vez leí. En ella, el director de animación
decía que lo más importante a la hora de dibujar anime es ilustrar la manera en
que caminan los personajes; es decir, hacer especial énfasis en su centro de
gravedad, esa fuerza invisible que no sólo determina el equilibrio y el peso de
los objetos sino que también guarda la credibilidad del ser. Los pasos, el contoneo -todo lo que precisa la
manera de caminar- tiene implicaciones en el estado de ánimo de los personajes y
su actitud, en el tiempo que habitan. La gravedad y la forma de caminar son
características que sostienen al mundo. Realmente nos hizo mucho sentido.
Y de esto se va a tratar el blog (o eso me dijeron),
de poder hablar de las cosas que vemos en el anime y que nos conmueven al grado
de querer compartirlas. Nos vamos a dar el lujo de escribir acerca de algo que
disfrutamos.
Tengo esta idea no muy clara, más parecida a una
corazonada, de que el otro es una
emoción. Aquel ser que es ajeno a ti, que no es yo, solo puede ser reconocido por medio de las emociones. Es la
empatía la que nos permite suponer que somos otro -u otros- para así poder aproximarnos de manera
experiencial. La expresión ponerse en el lugar del otro -de manera
coloquial- es lo que intenta decirnos, imagina cómo se siente él.
De igual manera, pienso que cuando vemos un anime
podemos experimentar cierto sentido de otredad.
Porque nos emocionamos. Si el otro,
lo otro, es una emoción, ésta última
sirve para animar (para dar vida) a los mundos ficcionales y a sus personajes,
por más extravagantes que nos parezcan.
Gran parte de la complejidad del acto narrativo
dentro de la animación radica en que, a diferencia del cine convencional (con
seres humanos dando cuenta de las acciones), en la animación cada aspecto es
manipulado por la mente del creador. Incluso los fenómenos naturales -como la
lluvia o el viento- y los gestos en cada rostro de los personajes, son
dibujados trazo por trazo. Es realmente bello. En su totalidad, el medio
animado trabaja en conjunto para funcionar dentro de un marco narrativo
coherente. De un mundo propio. Como resultado, la animación pasa a ser una
herramienta propicia para la creación de “espacios ideales”, componente clave
del éxito del anime.
Y ahora si, el meollo de este asunto. Yo creo que
los “espacios ideales” que generan las animaciones japonesas tienen un enorme
potencial para apoyar el desarrollo -la creación- de “identidades humanas
ideales”. Solo el anime puede soportar la imaginación de estas “identidades
ideales”, formando así, mundos ficcionales alternativos a la condición humana
habitual. Debo aclarar que, como la expresión anime conjuga
la animación y, el que haya sido hecha en Japón, por japoneses, o ya de mínimo,
guardando ciertos códigos estéticos y narrativos que congenien con el género,
no se trata únicamente de los dibujos, sino de comprender ciertas tipologías
culturales.
Generalmente, en
los animes hay una figura heroica. Las hay de todo tipo, desde las que se
preocupan por salvar la humanidad hasta las que quieren alcanzar un sueño
propio. Estos personajes destacados, unos más otros menos, suelen mantener
cierta integridad moral. Son justos, amables, divertidos, valientes, fieles,
amigables, etc. Como son ellos en quienes se centran las historias, también son
quienes se ganan el corazón de los espectadores. A veces nos atraen los
villanos, cierto, pero es porque también hay rasgos positivos en ellos: son
fuertes, hábiles, inteligentes; porque son verdaderamente significativos en la
trama. Espero no estar pecando de demasiada buena fe pero, mi teoría se reduce
a lo siguiente: nos gusta el anime porque somos buenas personas. Valoramos la
amistad y las historias bien contadas, nuestras emociones confabulan para traer
a la vida a personajes que son dignos de existir en nuestra memoria.
Por eso, es un
placer compartir este espacio con ustedes.
Y, de aquí en
adelante, vamos a escribir mejor.
un buen blog por favor sigan adelante
ResponderEliminarsu trabajo es excelente y muy interesante