lunes, 4 de marzo de 2013

¡Dame tu fuerza, Pegaso!

Muchos de mi generación tengo treinta y un años experimentamos por vez primera el anime a través de Los Caballeros del Zodiaco y estoy seguro que tendrán fresco en su memoria el recuerdo de Seiya, elevando su cosmos. Ya había pasado la época en que los niños mexicanos veían Astroboy y Mazinger Z y aún faltaba tiempo para que conociéramos Dragon Ball. La invasión de los Caballeros tuvo tanta penetración que hubo toda clase de juguetes y artículos promocionales al gusto de quien quisiera coleccionarlos.

La popularidad de Saint Seiya (nombre original de la serie) creció en poco tiempo. Prácticamente no había niño que no siguiera las aventuras de Seiya, Shiryu, Hyoga, Shun e Ikki en sus esfuerzos por defender a Saori, la reencarnación de la diosa Atenea, en la guerra contra otros dioses que trataban de quitarle la regencia de la Tierra.

Cada uno tenía una personalidad específica: Seiya, representante de Pegaso, testarudo y frontal, no temía ponerse frente a enemigos que le superaban en número o fuerza y su principal virtud era la de no rendirse bajo ninguna circunstancia; Shiryu, Caballero del Dragón, era el místico. Entrenado en China, era constante y poderoso, como el flujo de una cascada; Hyoga, de la constelación del Cisne, entrenado en Siberia, era tenaz y determinado pero arrastra en su corazón un peso que no le permite emprender el vuelo con libertad. Shun, de la constelación de Andrómeda, resaltaba por su convicción de evitar la batalla si es posible pero no tenía dudas en emprenderla cuando era necesario. Ikki, su hermano mayor y representante del Fénix, un ser solitario y con el alma llena de odio, pero contenida por un fuerte sentido de protección y amor hacia Shun, que le daba cierto cauce.


Así, Saint Seiya tiene grandes momentos, dignos de ser recordados. Por ejemplo, la épica Batalla de las Doce Casas en la que este singular grupo debió enfrentarse a los Caballeros de Oro, representantes de las constelaciones zodiacales, para salvar la vida de la diosa y recuperar el Santuario tomado a traición por el Caballero de Géminis, Saga*. O bien, la batalla contra los guerreros de Asgard, cuya princesa estaba bajo el dominio del dios Poseidón.

La serie original constó de 114 episodios que abarcan la saga del Santuario, la batalla en Asgard (que no aparece en el manga de Masami Kurumada), y la guerra contra Poseidón. Fue transmitida en Japón de 1986 a 1989 y en México, a partir de 1992. La última saga, la guerra contra Hades, fue dividida en tres partes: Sanctuary, Inferno y Elysion, producidas en versión OVA, entre 2002 y 2008.

La franquicia cuenta con varias películas que relatan historias alternativas, la inconclusa precuela Lost Canvas así como Saint Seiya Omega, nueva serie que se transmite en Japón desde el año pasado.

*Errata: Tras no una, sino dos observaciones corrijo y explico un error que había en esta entrada: el villano de la saga del Santuario es Saga, el Caballero de Géminis. Recordaba que Saga había sido poseído por Ares, el dios de la guerra, pero revisando la información al respecto, resulta que mi confusión radica en que Saga usurpa el lugar como Patriarca del Santuario a Arles. Ni porque vi tantas repeticiones. ( ._.)

4 comentarios:

  1. ¿Ares? El villano en la saga de las 12 Casas (el que se apoderó del Santuario mediante la traición) fue Saga, el caballero de Géminis, ¿no?

    ¿O me estoy olvidando de algún detalle?

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    Respuestas
    1. No, el que andaba confundido era yo pero ya hice la corrección pertinente.

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  2. La descalabrada que tengo en la cabeza (6 puntadas)me la hice por andar jugando a los caballeros del zodiaco con mis compañeros en la secundaria, en esa edad cualquiera sentía el cosmo.

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