domingo, 28 de abril de 2013

(Not)

Sobre la tercera entrega de Rebuild of Evangelion pueden discutirse muchas cosas. La Maldición de Eva, el siempre incierto significado del Plan de Instrumentalización, el papel de Kaworu como Primer Ángel y como Último, las dos Lanzas… pero para mí, tanto en la versión original como en esta, lo que más interesa es su interpretación de la naturaleza humana. 

Quiero centrarme en lo siguiente: ¿es la casetera un objeto transicional?*

Estuve haciéndome esa pregunta mientras veía Evangelion 3.33: You can (not) redo. Antes encontré tiempo para volver a las dos anteriores; de tal manera que cuando Ritsuko le devuelve el artefacto tenía presente que antes, en You are (not) alone, Shinji había dicho que la casetera era lo único que había dejado su padre cuando lo abandonó y también, claro, que él mismo la tiró a la basura cuando renunció a pilotear el Eva-01, justo antes de la secuencia climática en You can (not) advance.


En esos dos capítulos, la casetera había significado su conflicto con Gendo: la soledad y la necesidad de superarla. Creyó haber encontrado algo propio en su vínculo con Rei y ella resignificó el aparato al llevarlo consigo a la batalla. Ahora, catorce años después, la casetera es su único contacto con lo que alguna vez pudo darle seguridad y amor. Porque sí, han pasado catorce años. Misato y Ritsuko dirigen una organización, WILLE (alemán: voluntad) que se opone a NERV y SEELE (alemán: nervio y alma, respectivamente), tratando de evitar el Cuarto Impacto. Los nombres son significativos, desde luego: es la voluntad humana tratando de hacer el milagro (WUNDER) de revertir su naturaleza destructiva, su alma corrupta. Es lo que Freud veía como el conflicto definitivo de la Humanidad como especie y también a nivel individual: el impulso de vivir y la pulsión para morir.

Y justo en el centro está Shinji, reeditando sin saberlo la tragedia de Edipo. Disputa a su padre el amor de Rei ignorando que ella es una copia de su madre. También ignora que es el propio Gendo quien delinea su unión. Es el anzuelo con el que lo aparta de WILLE para reintegrarlo a NERV y ponerlo al servicio del Plan de Instrumentalización.

Shinji causó el Tercer Impacto tratando de rescatar a Rei y la cuestión es si el mundo puede rehacerse o no. Otra vez el título nos da una clave dicotómica: You can (not) redo. El not entre paréntesis admite la esperanza y con ella viene la angustia. La casetera otra vez representa la vuelta imaginaria a ese estado anterior en el que, a pesar de todo, las cosas eran más fáciles.

Pero por mucho que pueda corregirse, lo cierto es que esos catorce años no transcurrieron en vano. Rei no es la misma, Asuka tampoco. Y para Shinji el tiempo no pasó. Asuka lo entiende mejor que nadie: no es un idiota, es un niño.

La teoría psicoanalítica nos dice que para superar a Edipo, es preciso que el niño abandone a la madre como objeto y oriente su interés a uno nuevo, propio. Y ahí está la escena final para hacerlo patente: Asuka le tira la casetera, ese extraño objeto transicional, y lo lleva a rastras al futuro, cualquiera que éste sea. Rei la mira antes de seguirlos, indecisa. Queda la pregunta: ¿la habrá llevado consigo una vez más?



* Según la teoría del desarrollo psicológico de Donald Winnicott, el objeto transicional es algo que simboliza la relación del bebé con su madre. Su sola presencia le ofrece la seguridad y soporte suficientes para desarrollar su vínculo con el mundo exterior, el mundo de los objetos. Si la madre, o quien ocupe esa función, es suficientemente buena entonces el objeto le sirve transitoriamente. De lo contrario, como parece ser el caso de Shinji, se convierte en un artefacto que mitiga la angustia artificialmente pero la fija, dejándola insoluble.

1 comentario:

  1. Sigo diciendo que me gustó un poquito menos que a ti, y todavía no soportó a Shinji, pero disfruté mucho de tu análisis.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...