lunes, 15 de abril de 2013

X


«Kamui… me temo que antes de poder explicarte algo será mi turno para morir. Así que te dejo esta cinta. Kamui, no tienes tiempo. Debes elegir tu destino. Sé un Dragón del Cielo, uno de los Siete Sellos o sé un Dragón de la Tierra, uno de los Siete Mensajeros. El destino de la Tierra cambiará drásticamente según lo que elijas. Pero no debes olvidar esto, Kamui: piensa en ti antes de pensar en la Tierra. Qué es lo que quieres hacer, qué destino elegirás, qué camino prefieres seguir y, encima de todo, a quiénes deseas proteger. Tú eres quien elige su propio futuro. Elige entre los dos caminos el que será tu futuro. Sé un Dragón del Cielo y protege el presente o sé un Dragón de la Tierra y ocasiona un cambio…»

Tokio, 1999. Según las profecías, ese será el escenario en el que se decidirá el destino de la Tierra. Los Siete Ángeles intentarán romper los Siete Sellos, ocasionando un cambio en el que la Humanidad perecerá.

Kamui Shirou ha escuchado hablar del Destino toda su vida. Fue concebido y criado para esa batalla; para, eventualmente, tomar una decisión. Él es quien decide y su deseo definirá su destino. Puede apostarse como uno de los Siete Sellos o ser uno de los Siete Ángeles. En tanto no tome un camino, el futuro es incierto. Con este planteamiento, el grupo CLAMP explora las vicisitudes del deseo y sus intrincados caminos.

Lo que es relevante en esta historia no es la batalla sino el Deseo de quienes de ella participan. Los Dragones del Cielo, los Siete Sellos, están ahí para proteger lo que es; para que siga siendo. Son los agentes de la conservación. Acaso tendrán a alguien a quien preservar. Quizá alguno desee ofrendar su muerte a la vida de otro.

Los Dragones de la Tierra, los Siete Ángeles, promueven el cambio. Alguno escucha el dolor de la Naturaleza y desea aliviarlo. Podría ser que no encuentren placer en sus vidas y sólo conozcan la destrucción. Quizá desean morir.

Y luego está Kamui, que puede ser y es ambas cosas. Es un Sello y un Ángel; el que representa la majestad de Dios y, también, el que la desafía. Por un lado, su Deseo es incierto y, por la otra, puede encarnar el Deseo del otro, y cumplirlo.


Conforme los acontecimientos se desenvuelven, los Deseos de unos y otros comienzan a entrecruzarse, a contraponerse. No hay héroes ni villanos: los Sellos y los Ángeles no son más que hombres y mujeres que aman y odian como cualquier otro y el Destino trazado por su Deseo no es tan unívoco como podría parecer.

X es uno de los trabajos más conocidos de CLAMP, a quienes recordamos también por Cardcaptor Sakura y Magic Knight Rayearth. El manga, sin terminar, se publica desde 1992 y su más reciente entrega ocurrió en 2006. Fue, sin embargo, adaptado a anime en 2001 bajo la producción de Madhouse, con supervisión estrecha de CLAMP.

Aunque el anime me parece muy disfrutable, encuentro mucho más interesante el manga. Aparte de ser un paseo por varias de las locaciones más atractivas de Tokio (el edificio 109 de Shibuya, el Puente Arcoiris, la Torre de Tokio, por dar algunos ejemplos), explora con mucha mayor profundidad la cuestión fundamental: el Deseo.

Como ya dije antes, tanto los Dragones del Cielo como los Dragones de la Tierra encontrarán que sus Deseos están entrelazados, que no son unívocos y ni siquiera permanentes: son sujetos a cambiar. Además, el trazo de los personajes y escenarios es bellísimo y cargado de símbolos que lo vuelven toda una experiencia.

Si les interesa, pueden leerlo aquí.

1 comentario:

  1. “En el mundo no existen las coincidencias, solo los hechos inevitables”. O algo así dice Yuuko, de XXX-Holic. Aunque sea otro manga de CLAMP, me da la impresión de que todas sus obras tienen esa frase como guía.

    Las obras de CLAMP me llaman mucho la atención porque parece que cada uno de los movimientos de las historias son cuidadosamente planeados, imagino horas y horas de discutir su universo (porque para acabarla de amolar les encantan los crossovers y el universo de muchas historias es el mismo). Me da por preguntarme si cada cierto tiempo llega el momento que la telaraña que tejen las sobrepasa y les da por botar todo. En el caso de X, puede ser eso o puede ser que hayan tenido otro tipo de conflictos. Igual estoy frustrada porque no acabaron la historia.

    La empecé porque me gustaba Tokyo Babylon. Que es un poco más simple. Subaru me recuerda mucho el carácter optimista y dulce de Sakura (de CCS), aunque era Hokuto la que se le asimilaba en lo sincera y energética. Poco a poco Subaru va cambiando su carácter. Cuando lo vi en X, me dio tanta tristeza y sorpresa. Solo es un personaje de manga, ajá, pero el pensar que el dolor puede lograr transformar así los sentimientos de alguien. Pffft, ya me estoy yendo del camino.

    Todos los personajes son adorables. A todos quiero perdonarlos y comprenderlos. A todos quiero que les vaya bien y que los rediman. Y tengo la sensación de que ese deseo va a fracasar una y otra vez, una y otra.

    Ojalá un día, si no te da flojera, podamos hablar más (ajá, más) de esta historia, que me gusta tanto. Por hoy ya tienes mucha paja que te dejé amontonada (:

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