domingo, 23 de septiembre de 2012

De amores no correspondidos, miel y tréboles


“Un día, montando la bicicleta verde que solía usar siempre, pensé: ¿Qué tan lejos puedo llegar sin mirar atrás?”



Así comienza Honey and Clover, con el viaje que todos tenemos que emprender hacia la vida adulta, ese recorrido en el que no podemos darnos el lujo de mirar atrás. Éste es un anime que aborda situaciones tan cotidianas que nos roban el corazón;  una historia llena de dulzura y simbolismos (no es gratuito el título: Miel y trébol) donde los personajes cuentan con una humanidad tal que sólo podemos sino sentir empatía por ellos.

Este anime, creado por Chika Umino, cuenta las historias de Yuta Takemoto, Takumi Mayama y Shinobu Morita, tres estudiantes de arte en una universidad de Tokio que luchan por salir adelante.  Ahí conocen a Hagumi Hanamoto, una joven de 18 años con apariencia de niña y un desbordante talento; y a Ayumi Yamada, una chica impulsiva, hermosa y experta en cerámica.



Es así que la trama nos irá llevando a conocer la vida estudiantil de estos cinco personajes: sus problemas económicos, sus sueños para el futuro, sus crisis existenciales, sus vicisitudes dentro de la universidad, sus relaciones de amistad, pero sobre todo, sus amoríos.

Y es ahí donde Honey and Clover encuentra una de sus principales fortalezas, en la manera tan realista en que aborda las relaciones amorosas. No pretende mostrar amores tormentosos, híper dramáticos y apasionados; sino que muestra el amor natural que surge entre dos personas debido a la cotidianeidad, que se forja en base a la admiración y la convivencia.  Si bien en un primer momento, Takemoto (quien es la voz narrativa de la historia) siente amor a primera vista por Hagumi, es mediante la convivencia y la amistad que él logra darse cuenta de que está verdaderamente enamorado de ella. 

La historia se enfocará entonces a mostrarnos las relaciones de amor y amistad que surgen entre estos cinco; y aunque en apariencia la trama parece no dirigirse hacía ningún lado, uno pronto cae en cuenta que está viendo a los personajes desarrollarse, madurar y convertirse en adultos. Y ese es precisamente el sentido de este anime, mostrarnos el difícil acto de madurar, con todo lo que conlleva, incluidas las caídas, las lágrimas, los desencuentros y los fracasos.



Pero si algo caracteriza a Honey and Clover son los amores no correspondidos, como lo mencioné antes, Takemoto ama a Hagumi pero ésta empieza a darse cuenta de que está enamorada de Morita. A su vez, Yamada está enamorada de Mayama pero esté tiene una relación con su jefa años mayor que él.  Estos triángulos amorosos, esta lista de amores no correspondidos es lo que le pone sabor (y lágrimas) a la historia; pues la manera en la que afrontan el hecho que la persona que aman no los ame, el darse cuenta de que no están destinados a estar juntos, el afrontar esa situación de una manera madura siempre poniendo en alto la amistad, hace que uno se sienta identificado con estas situaciones tan reales.

Es entonces que uno empieza a encontrar significado en los amores no correspondidos de estos personajes, más allá del drama que pueden generar; nos muestran al amor como acto de superación e incluso de liberación. Es el sentido más puro del amor, el que encuentran sólo aquellos que dan sin pedir nada a cambio, aquellos que sabiendo que la batalla está perdida no dudan en pelear.



“¿Hay algún significado para el amor no correspondido o es algo que desaparecerá de la misma forma que algo que nunca existió? Ahora lo sé, tiene un significado, tenía un significado, justo aquí, pues me alegra tanto haberme enamorado de ti”  en palabras de Takemoto.

Honey and clover es un anime en el que no pasa mucho, pero cuenta con una narración tan hermosa, y un gran equilibrio entre humor y drama, que no se puede dejar de ver hasta el final. Sin duda es de esos animes que dejan un buen sabor de boca, como la miel.

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