“Un
día, montando la bicicleta verde que solía usar siempre, pensé: ¿Qué tan lejos
puedo llegar sin mirar atrás?”
Así comienza Honey and Clover, con el viaje que todos
tenemos que emprender hacia la vida adulta, ese recorrido en el que no podemos
darnos el lujo de mirar atrás. Éste es un anime que aborda situaciones tan
cotidianas que nos roban el corazón; una
historia llena de dulzura y simbolismos (no es gratuito el título: Miel y
trébol) donde los personajes cuentan con una humanidad tal que sólo podemos
sino sentir empatía por ellos.
Este anime, creado por Chika Umino, cuenta las historias de Yuta Takemoto,
Takumi Mayama y Shinobu Morita, tres estudiantes de arte en una universidad de
Tokio que luchan por salir adelante. Ahí
conocen a Hagumi Hanamoto, una joven de 18 años con apariencia de niña y un
desbordante talento; y a Ayumi Yamada, una chica impulsiva, hermosa y experta
en cerámica.
Es
así que la trama nos irá llevando a conocer la vida estudiantil de estos cinco
personajes: sus problemas económicos, sus sueños para el futuro, sus crisis
existenciales, sus vicisitudes dentro de la universidad, sus relaciones de
amistad, pero sobre todo, sus amoríos.
Y
es ahí donde Honey and Clover
encuentra una de sus principales fortalezas, en la manera tan realista en que
aborda las relaciones amorosas. No pretende mostrar amores tormentosos, híper
dramáticos y apasionados; sino que muestra el amor natural que surge entre dos
personas debido a la cotidianeidad, que se forja en base a la admiración y la
convivencia. Si bien en un primer
momento, Takemoto (quien es la voz narrativa de la historia) siente amor a
primera vista por Hagumi, es mediante la convivencia y la amistad que él logra
darse cuenta de que está verdaderamente enamorado de ella.
La
historia se enfocará entonces a mostrarnos las relaciones de amor y amistad que
surgen entre estos cinco; y aunque en apariencia la trama parece no dirigirse
hacía ningún lado, uno pronto cae en cuenta que está viendo a los personajes
desarrollarse, madurar y convertirse en adultos. Y ese es precisamente el
sentido de este anime, mostrarnos el difícil acto de madurar, con todo lo que
conlleva, incluidas las caídas, las lágrimas, los desencuentros y los fracasos.
Pero
si algo caracteriza a Honey and Clover
son los amores no correspondidos, como lo mencioné antes, Takemoto ama a Hagumi
pero ésta empieza a darse cuenta de que está enamorada de Morita. A su vez,
Yamada está enamorada de Mayama pero esté tiene una relación con su jefa años
mayor que él. Estos triángulos amorosos,
esta lista de amores no correspondidos es lo que le pone sabor (y lágrimas) a
la historia; pues la manera en la que afrontan el hecho que la persona que aman
no los ame, el darse cuenta de que no están destinados a estar juntos, el
afrontar esa situación de una manera madura siempre poniendo en alto la
amistad, hace que uno se sienta identificado con estas situaciones tan reales.
Es
entonces que uno empieza a encontrar significado en los amores no
correspondidos de estos personajes, más allá del drama que pueden generar; nos
muestran al amor como acto de superación e incluso de liberación. Es el sentido
más puro del amor, el que encuentran sólo aquellos que dan sin pedir nada a
cambio, aquellos que sabiendo que la batalla está perdida no dudan en pelear.
“¿Hay
algún significado para el amor no correspondido o es algo que desaparecerá de
la misma forma que algo que nunca existió? Ahora lo sé, tiene un significado,
tenía un significado, justo aquí, pues me alegra tanto haberme enamorado de ti”
en palabras de Takemoto.
Honey and clover es un anime en el que no pasa mucho, pero cuenta con
una narración tan hermosa, y un gran equilibrio entre humor y drama, que no se
puede dejar de ver hasta el final. Sin duda es de esos animes que dejan un buen
sabor de boca, como la miel.
Buena onda, gracias por la reseña.
ResponderEliminarEste tampoco lo veré.