Decidí
darle una oportunidad a Fate/Zero aunque
su premisa no me pareció muy atractiva. Siete magos, en calidad de Maestros,
invocan a siete Espíritus Heroicos como Sirvientes para hacerse la guerra y
quien resulte victorioso obtendrá el Santo Grial, el artefacto omnipotente
capaz de cumplir cualquier deseo.
El deseo vuelve a hacerse
presente en un trabajo de Gen Urobuchi (Puella
Magi Madoka Magica). Su abordaje no es muy diferente al de sus guerreras
mágicas aunque en su línea narrativa no le da el mismo peso. No se ocupa de
éste sino hasta el final e insiste en concebirlo como determinista y
traicionero.
Los trece episodios que conforman
la primera temporada son, prácticamente, introductorios. Se concentran en
plantear aspectos de la personalidad y circunstancias de los Maestros y sus Sirvientes.
A partir de la segunda temporada, de doce capítulos, los eventos se
desencadenan con mucho mejor ritmo. Se conciertan alianzas, se revelan
secretos, se manifiestan sentimientos. Los protagonistas entran en conflicto.
Pero hay una razón por la que no termina de funcionar: su antagonista.
[Aquí empiezan los spoilers]
Decía Walt Disney que no puede
haber un gran héroe sin un gran villano y este anime adolece de él. Hablo de
Kirei Kotomine. Durante la primera temporada, Kirei es subordinado de Tokiomi
Tohsaka, otro contendiente de la Guerra del Santo Grial. Ambos invocan a sus
Sirvientes (Assassin y Archer, respectivamente) y conspiran
para lograr que Tokiomi resulte vencedor.
Kirei, sin deseo manifiesto de
conseguir el Grial y sí un profundo respeto y admiración a Tokiomi, sigue sus
instrucciones con diligencia. Parece un personaje plano, pero eso es justamente
lo que le envuelve en un hálito de misterio. Nada lo estimula, se presume a sí
mismo como un cascarón hueco. El único aspecto de su conducta que sobresale,
aunque nunca es suficientemente explicado, es su obsesión por descubrir quién
es Kiritsugu Emiya, protagonista y Maestro de Saber, y cuál es su papel en esta Guerra.
Kirei y Kiritsugu
En la primera mitad, el personaje
de Kirei es bastante discreto y le dedican mucho menos tiempo que a otros. Es
lógico, si lo que se desea es tomar a la audiencia por sorpresa. Unas pocas
insinuaciones son suficientes para dejar en claro que Kirei cobrará más
importancia en el futuro sin la necesidad de quemarlo en un momento inocuo.
Recién entrando a la segunda
temporada y habiendo perdido a su Sirviente, Kirei, instigado por Archer, comienza a actuar con
independencia de Tokiomi y hace algunas cosas que él mismo, en principio, no se
explica. Su personaje va cobrando preponderancia pero, en realidad, nunca
terminé de entender de qué se trató. Sus incertidumbres, que al interior del
personaje son indispensables para darle profundidad, se vuelven extensivas al
espectador que tampoco comprende la razón de su conducta, los motivos detrás de
su resolución. No es sólo la búsqueda del placer, tema favorito de Archer o percibirse como un cascarón
hueco; hay un gran odio y sed de destrucción que sólo se explican en un
personaje terriblemente perturbado. Pero esto es sólo especulación porque la
serie no nos da más datos. Sólo parece ser, aunque sin su profundidad; como el Joker de Christopher Nolan, alguien que
quiere ver al mundo arder.
Pese a la inconsistencia de su
antagonista, Fate/Zero tiene
elementos muy rescatables. Fuera de Archer
(que es, probablemente, el personaje más plano de todos) y Kirei, otros participantes de la
Guerra del Santo Grial son interesantes y entrañables. La animación es
excelente y la música, a cargo de Yuki Kajiura (Puella Magi Madoka Magica) acompaña la historia espléndidamente.
Fate/Zero transmitió su primera temporada de octubre a diciembre de
2011 y la segunda, de abril a junio de 2012. Es precuela de Fate/Stay Night, que se transmitió
durante el primer semestre de 2006.
Saber, Sirviente de Kiritsugu
Bueno, valió la pena leer esto.
ResponderEliminarTampoco es que la serie tenga un protagonista en toda regla. Y creo que ese es su acierto, vemos la historia desde muchos puntos de vista sin centrarnos en alguno en particular. La mayoría de los personajes entran a la guerra por razones egoístas y por eso terminan mal casi todos.
ResponderEliminarEn sí no es una serie de el bien contra el mal, tampoco es de ver quien gana (al ser precuela, ya se sabe el final), se trata simplemente de contar la historia de la guerra anterior, a mi parecer mucho más interesante que la guerra de Stay/Night.